viernes, 20 de julio de 2012

Los colores en el dibujo infantil (Continuación de la entrada anterior)

Según el color o colores con los que se expresa el niño mediante el dibujo, podemos apreciar su estado de ánimo, su forma de ser, su forma de ver la vida o su actuación a la hora de expresarse.
Veamos los colores:

-AMARILLO: Simboliza la luz del sol (los niños siempre pintan el sol de este color, como lo ven). Representa alegría, felicidad, energía vital e inteligencia. Este color estimula sin duda la actividad mental y genera energía muscular (si, como lo oyen). Se asocia también a la comida, en la mayoría de los casos los niños pintarán de este color un plato de comida (!el verde ni hablar!).

-ROJO: Color del fuego y la sangre. Tiene varios significados. Se asocia tanto al miedo, el peligro o la guerra, como a la fortaleza, energía y determinación. Como no, a la pasión, al amor, al deseo...
Es uno de los colores más intensos a nivel emocional. Mejora el metabolismo, eleva la presión sanguínea y aumenta el ritmo respiratorio.

-NARANJA: Estrecha lazos entre la intensidad y energía del rojo con la felicidad y entusiasmo del amarillo. Representa alegría, entusiasmo en lo que se hace, felicidad, atracción, creatividad, determinación, estímulo, éxito y ánimo. Es un color caliente, por lo que produce esa sensación (calor). Le vemos más hacia el amarillo que hacia el rojo, y es que el naranja no posee la fuerza o agresividad del color rojo.

-VERDE: Es el color de la naturaleza, ¿y qué nos da la naturaleza? Armonía, crecimiento interior, exuberancia, frescura y fertilidad. Tiene una fuerte relación emocional con la seguridad. Este es el color más relajante para el ojo humano, por lo que tiende a mejorar la visión.

-AZUL: Es el color del cielo, siempre ha sido así, por lo que se le asocia a la estabilidad y la profundidad. Es un color de lealtad, confianza, inteligencia, fe, sabiduría... Representa sin duda la verdad.
Se le considera desde siempre un color beneficioso para cuerpo y mente. Produce un efecto relajante que retarda el metabolismo y es un color fuertemente ligado a la tranquilidad y la calma.

-NEGRO: Representa el poder, la formalidad, la elegancia, la muerte y el misterio (No nos pongamos nerviosos). Es el color del enigma, pero también el color del miedo y lo desconocido. Representa también como con el rojo, fortaleza, autoridad e intransigencia. También a la persona seria o de prestigio.

-PÚRPURA: Aporta la estabilidad del azul y la enorme fortaleza y energía del color rojo. Se asocia a lo real, y simboliza el poder, la nobleza, el lujo y la ambición. Sugiere riqueza y extravagancia personal. También se asocia al saber, a la creatividad, la independencia y la dignidad. Suele ser el color preferido de los más peques antes de la adolescencia.


Esta explicación de los colores no son más que pequeñas pinceladas en este inmenso mundo, donde se puede sacar mucho más, pero en principio nos vale así, ya que puede servirnos de gran ayuda para comenzar un camino en el universo infantil.


Para no hacer entradas extremadamente largas, la próxima entrada será sobre las figuras más usuales en el dibujo infantil.

jueves, 19 de julio de 2012

Interpretación y análisis del dibujo

No todos los niños son propensos a mostrar los sentimientos de igual forma. Hay quienes lo cuentan todo y hay quienes lo guardan en el interior como algo suyo y no quieren expresarlo por cualquier razón. Cada niño es un mundo.
Puede darse alguna situación en la que los niños tienen un problema o preocupación interna y no somos capaces de dar con la respuesta.

Puede que no le guste expresarse con la palabra, o que sean todavía pequeños como para darse a un pensamiento lógico o de razonamiento. Para ello, una técnica que suele dar excelentes resultados, es hacer al niño que dibuje algo (obviamente, si al niño le apetece dibujar. No les obligamos).
Podemos analizar sus emociones a través del dibujo o lo que esperan de una situación, e incluso de alguien concreto. Los trazos, los colores, la propia imagen y otras cuentas cosas nos darán detalles del estado emocional del niño.

En la interpretación del dibujo debemos tener en cuenta seis aspectos fundamentales que numeraré a continuación y detallaré más adelante. Ellos son:

-La posición del dibujo (a la izquierda, a la derecha, en la parte inferior, en la parte superior)
-Las dimensiones de la imagen (grandes dimensiones, pequeñas dimensiones)
-Los trazos (trazos continuos y sin cortes o trazos que se cortan)
-La presión utilizada (presión mayor en el trazo o presión menor)
-Los colores
-Las formas


Según la posición del dibujo:




Si el dibujo se presenta a la izquierda, el formato estará relacionado con su pasado, antiguas disputas, antiguos problemas personales o incluso cambio.









Si el dibujo se encuentra a la derecha, estará relacionado con el futuro y su forma de verlo.










Si se destaca en la parte inferior, está representando las necesidades físicas y materiales del niño, lo que él espera llegar.








En la parte superior, se relaciona con el intelecto, la imaginación, los deseos por conocer, descubrir cosas nuevas y experimentar.







Las dimensiones nos mostrarán la seguridad del pequeño o la falta de la misma. Así como dar a conocer que el niño necesite espacio para expresarse.


Este dibujo muestra sin duda seguridad, tanto por las dimensiones como por el detalle del sol sonriendo. En este caso, que se ha dibujado un barco, el mar, el niño requiere espacio vital, necesita expandirse personalmente y si el niño lo necesita debemos dárselo.

Este sin embargo muestra algo de inseguridad, o bien falta de autoaceptación. El niño necesita un aliciente que le de seguridad respecto a él mismo. En este caso es como si el niño pensara "si hago el dibujo pequeño y me sale mal, me reñirán menos porque al ser más pequeño se ve menos que uno grande, y además, tardaré menos en tirarlo a la basura"


Según la trazada del niño también podemos saber si el pequeño es inseguro, o bien si se trata de un espíritu tranquilo, sin grandes cambios o sobresaltos.
¡ojo! porque el trazado también indica si el niño a la hora del estudio será un niño ordenado o desordenado, paciente o impaciente, con capacidad de concentrarse o de desconcentrarse, así como algún problema de déficit de atención primario.
Esto es mejor llevarlo sabido de antemano y estar encima del niño cuando esto ocurra, ofreciéndole ayuda y técnicas de estudio, concentración... Ya que muchos de estos niños, de adolescentes o adultos, acaban en fracaso escolar por no haber hecho nada en su momento.

Este trazo, continuo y sin cortes nos habla de un niño tranquilo interiormente, ordenado y apacible generalmente.



Este trazo, mostraría inseguridad siempre y cuando además de trazos que se cortan fuese de pequeñas dimensiones. En este caso, el niño muestra un desorden generalizado (podéis comprobarlo, si recoge sus juguetes, si ayuda en casa...), también es propicio a dejar las cosas a medias o cansarse muy rápido de lo que hace para pasar a otra cosa.


La presión también tiene mucho que ver en el dibujo del peque, ya que este nos muestra la cantidad de entusiasmo o no que el niño demuestra en lo que hace. A mi modo de ver, también debe ser controlado, ya que como indiqué antes, tendrá que ver en el futuro, si es un niño constante y con voluntad o inconstante y con falta de voluntad.
Como se puede observar, el dibujo superior muestra bastante más entusiasmo y seguridad que el de la parte inferior.


Los colores y las formas más usuales en los dibujos infantiles las pondré en la siguiente entrada. Vamos poco a poco y analizando lo ya escrito con precisión. Podéis practicar mientras tanto con los más peques. Seguro que se divertirán a la vez que sus papis aprenden un poquito más sobre ellos.



miércoles, 18 de julio de 2012

Refuerzo positivo

Todos sabemos (yo desde hace sólo unos meses) que los niños no vienen con manual de instrucciones, ¡y afortunadamente!, porque creo que sería doblemente complicado (¿Os habéis puesto a configurar la TDT?).
Pero debo fallar esta vez a favor de los niños, y es que estos tampoco obtienen manual alguno de papás y mamás.

Cada niño/a que viene a este mundo es un ser nuevo, individual y con sentido propio en su modo de ver la vida.
Bien es cierto que hay que educarles desde muy pequeños para guiarles por el camino adecuado, pero ¡ojo!, no confundamos "camino adecuado" con "mi propio camino".

No hay que descuidar que todos alguna vez hemos sido niños, habremos hecho trastadas similares (o quizá peores), y que también nuestros padres nos educaron y riñeron la mala conducta.

Justo aquí es donde quería llegar:

Un niño pequeño no entiende de buena o mala conducta, tan solo siente el deseo de hacer algo y lo hace, bien sea porque le divierte, o siente que obtiene algo con ello.

Por eso, personalmente, me parece que el llamado -REFUERZO POSITIVO DE LA CONDUCTA- es la mejor opción para enseñar y educar sin necesidad de castigo para el pequeño.

Este método se basa en reforzar la conducta positiva cuando el niño haga las cosas bien y dejar de prestarle atención cuando las haga menos bien. Obviamente, al hacerlo bien, el pequeño obtiene algo a cambio. Esto puede ser algo que le guste o le llame la atención (pegatinas, cromos, minutos extra de ocio...)

De nuevo, ojo al dato. Si no hemos aplicado este método desde el principio y comenzamos a hacerlo cuando el niño pasa de los 3 años de edad, una vez comencemos, el niño pasará por un periodo de extensión máxima. Esto significa que durante unas horas o unos días, el niño mostrará una conducta muy negativa, extremadamente negativa. Estará sin duda echando un pulso con sus padres a ver quien puede más y él, por supuesto, querrá salirse con la suya.

Es precisamente en este instante cuando no se puede ni debe ceder. Si se cede aquí, será igual o peor, volviendo a la situación inicial del proceso, y esta vez se duplicará la complicación, puesto que el niño ya sabe cual es nuestro método a seguir.

Se debe tener ante todo paciencia, pues pasados estos días el niño habrá retenido suficiente y estará además receptivo ante nueva información, nuevas normas y nuevos deberes.

Es muy importante no dejar en ningún caso de premiarle la buena conducta. No tiene por qué ser algo material lo que se obtiene a cambio; el elogio, sobre todo hecho delante de otras personas le proporcionará una conducta de recepción, superación, y de querer hacer las cosas bien.

De nuevo y por último, apuntar que no se debe confundir una mala conducta con una conducta diferente a la nuestra, pues cada nueva vida como dije al principio, es un ser único, individual y perfecto en sí mismo.